
Fotografía: Juanjo García.
Sergio Romero Linares.
La cegadora luminiscencia del color negro.
Visitamos en exclusiva el estudio creativo del pintor Sergio Romero Linares y presenciamos, in situ, el instante creador de uno de los artistas sevillanos con más proyección internacional de los últimos años.
Sevilla Selecta Magazine presenta el trabajo previo de creación e inspiración de una de las obras más espectaculares de Sergio Romero Linares. Una mastodóntica obra ecuestre que presenta y expone en su exposición individual «CUERPO, CABALLO, FIGURA» desde el pasado 20 de noviembre y hasta el 20 de diciembre de 2020 en el Espacio Santa Clara de Morón de la Frontera (Sevilla).
Texto y entrevista: Diego Torres
Fotografías: Juanjo García y Diego Torres.
Diego Torres: Muchas gracias Sergio por recibirnos en tu casa y estudio de trabajo. Para empezar esta entrevista hablemos de tus inicios. Me interesa conocer tus primeros años de aprendizaje, el origen de tu talento. Desde tus primeros años hasta tu estancia en la Fundación Antonio Gala y tu beca en la Accademia di Bella Arti de Roma.
Sergio Romero Linares: Gracias a vosotros por vuestra visita. Desde pequeño siempre me ha fascinado el dibujo, recuerdo pasar horas y horas dibujando en el patio de mi casa, en la cocina, dibujando retratos de los futbolistas de las estampitas de fútbol… y ya desde ese mismo instante comienza mi aprendizaje. Luego entré en el Bachillerato de Artes sin ningún tipo de motivación por la pintura, fue una elección simplemente por mi facilidad en el dibujo. La verdad es que no me atrevía al hecho de pintar de manera más seria y constante, a pesar de los ánimos de mis padres que insistían en que debía dedicarme a esto, incluso insistían en regalarme un caballete con sus óleos para mi cumpleaños, pero yo me negaba, no quería pintar…
Diego Torres: Es curiosa la percepción que se tiene a esa edad sobre estudiar arte, ¿verdad?
Sergio Romero Linares: Claro, a esa edad yo pensaba que estudiar artes no tenía muchas salidas. En Andalucía o al menos en Sevilla donde me he criado, siempre el hecho de estudiar pintura, de ser artista desanimaba mucho, el comentario general era que muy pocos conseguían destacar. Y cuando eres un chaval y no tienes ni idea de nada pues entre unas cosas y otras, yo no quise estudiar Bellas Artes. Recuerdo una excursión a la Facultad y vi el nivelazo de los estudiantes que había allí. Frustrado pensé que jamás iba a poder entrar en mi vida en Bellas Artes y después sin quererlo me acabaron concediendo el premio al mejor expediente académico de mi promoción 2011-2015 en Bellas Artes.
Diego Torres: ¿Y qué te hizo cambiar de opinión?
Sergio Romero Linares: Como yo no quería estudiar Bellas Artes, una orientadora me animó a entrar en el grado de conservación y restauración de bienes culturales. Pero fue entonces cuando me di cuenta que no quería restaurar, yo quería crear. Además, veía que tenía mucha evolución en muy poco tiempo. Tenía muchas ganas de aprender. Y decidí continuar en Bellas Artes.



Diego Torres: En esos años es cuando te conceden una beca Erasmus y visitas por primera vez una ciudad que marcará para siempre tu vida artística: Roma.
Sergio Romero Linares: Efectivamente, antes de terminar Bellas Artes me concedieron una beca Erasmus a Roma y ese fue un hecho muy importante en mi trayectoria. La facultad estaba un poco obsoleta en aquel entonces, cosa que ha cambiado a mejor con el tiempo. Fue un gran desafío para mi toda la experiencia romana. Sólo el hecho de estar en Roma, una ciudad tan inspiradora, con tanta historia, tanto arte en sus calles… es un museo andante con cientos de exposiciones tanto de grandes maestros clásicos como de artistas contemporáneos. Es un verdadero lujo pasear por sus calles.
Diego Torres: ¿Pero no crees que Sevilla también ofrece esas sensaciones?
Sergio Romero Linares: Bueno, Sevilla tiene también grandes museos, por supuesto. Desde el Museo de Bellas Artes, el CAAC (Centro Andaluz de Arte Contemporáneo), el Caixaforum… Sevilla es la tercera ciudad de España en agenda cultural junto con Bilbao y Valencia y tras Madrid y Barcelona como grandes ciudades del arte.
Diego Torres: ¿Entonces animas a que todo artista debe visitar otros lugares incluso vivir en el extranjero para completar su aprendizaje?
Sergio Romero Linares: Sin lugar a dudas. En Roma me pasaba las horas yendo a museos y exposiciones temporales. A los pocos días de estar en Roma en la casa donde vivía me hice un pequeño estudio de tres metros cuadrados. Ese fue realmente el inicio de mi producción pictórica allí. Empecé a pintar interiores de las zonas de la casa donde vivía, empecé a pintar pequeños retratos de mis días allí. Desde mi soledad. Fue mi primera experiencia en estar solo y vivir fuera de casa. Fue una experiencia brutal.

Y en cierta manera gracias a esa experiencia de vivir fuera, en mayo de 2021 realizaré en Roma una exposición en un hotel palacio de lujo que se llama Palazzo delle Pietre (www.palazzodellepietre.com). Todo surgió en una cena con amigos donde me ofrecen hacer una exposición allí en Roma. Cualquier experiencia o situación, por insignificante que parezca, puede sorprenderte y puede ser el origen, el comienzo, de algo importante. Con el tiempo, todo suma y de cualquier situación inesperada puede surgir algo. De todo sale algo, esa es mi filosofía.
Diego Torres: Volvamos a España… ¿cómo fue tu experiencia en la Fundación Antonio Gala?
Sergio Romero Linares: Fue octubre de 2015. Fue la catorceava promoción de artistas. Allí aprendí muchísimo, aquello fue como realizar un master. Fue una experiencia increíble estar rodeado durante todo un año de pintores, escritores, músicos… muy jóvenes, 24 horas juntos durante todo un año… eran unos verdaderos cracks, cada uno en su disciplina. Fue una experiencia muy buena, super intensa, allí conocí mucha gente e hice muchos amigos y muchos contactos. Fue a partir de ese año cuando empecé a ganar dinero de manera profesional con la pintura. Hace poco estuvo su director José María Gala visitando mi estudio. Tengo una relación extraordinaria con ellos.





Diego Torres: Hablemos ahora de tu estudio. Además de ser tu lugar de trabajo es tu casa. ¿Cómo es habitar el espacio creativo?. ¿Cómo es su luz y su imperturbable serenidad?.
Sergio Romero Linares: Tener mi propio estudio ha sido un paso tremendo en mi trayectoria. Lo adquirí hace ya tres años y ha sido uno de los grandes momentos de mi vida. Lo adquirí al terminar mi año en la Fundación Gala en 2016 y tras ganar un premio de pintura y gracias a la venta de varios cuadros, lo invertí en este fantástico estudio en San José de la Rinconada.
Poseer un estudio es muy importante para un artista no solo para crear sino para guardar también tu trabajo y para concentrarte. Mi estudio es verdaderamente un espacio que me motiva trabajar. Yo quería construir un espacio a mi gusto, con una luz excepcional, una luz que solo otorga la amplitud del campo, sin ruidos y bien conectado con Sevilla. Siempre he deseado que mi espacio sea una motivación para continuar trabajando. Este espacio me crea cierta responsabilidad y cierta motivación a la hora de pintar cuadros con una calidad cada vez más exigente en el resultado final de mi obra, una exigencia con objetivos más profesionales.


Diego Torres: El caballo: origen e inspiración.
Sergio Romero Linares: El tema del caballo surge de manera natural, el primer caballo que pinté fue una copia del cuadro de Velázquez «el Conde Duque de Olivares» que me lo encargó un cliente de Olivares. Desde ese momento empecé a fijarme más en los caballos. Realmente piensa que el caballo en Sevilla, en Andalucía y en sus fiestas, es un emblema de nuestra tierra y de nuestro paisaje.
Y empecé a interesarme y a estudiar las posibilidades plásticas del caballo, su fisonomía, su movimiento… y en su nobleza, en su elegancia, en el apego que tiene con el ser humano históricamente… En 2018 en la Casa de la Provincia en Sevilla hice un cuadro de un caballo de 3 metros por 2 de un caballo que era de un amigo mío, fuimos a su campo y ese fue mi primer contacto real con un caballo. Ahí descubrí su fuerza, su potencia…
En ese momento decidí meterlo más en mi producción. Sinceramente, no quiero encasillarme en un tema, simplemente yo quiero pintar lo que me apetezca… tengo 28 años y mi objetivo es pintar lo que me plazca de manera sincera y acorde a mi persona. No quiero seguir modas, ni innovar, sólo hacer mi visión de la realidad con mi pintura y de crear una ficción que parta de mis propias decisiones. El caballo es cierto que tiene una potencia visual parecida a la del ser humano. Pero es que sólo llevo 1 año y medio pintando caballos!
Diego Torres: Y decides entonces investigar las posibilidades del color negro y junto con el estudio y disección de la fisonomía ecuestre. Pero con nuevas perspectivas, con innovadores ángulos y tonalidades.
Sergio Romero Linares: Me gusta observar el cuerpo tanto del ser humano como del caballo, ambos tienen una fisonomía muy atractiva. Ahora trabajo más el negro sobre negro, es un concepto más abstracto y menos descriptivo. Es más difícil de observar, de encontrar su luz, igual sucede con el blanco sobre blanco. Con esta técnica se crea un misterio y una incertidumbre de no saber dónde está ese objeto, ese caballo o esa persona.
Es una escenografía misteriosa, que parece plana pero que contrariamente, es infinita. No se sabe dónde está el infinito de ese fondo o de esa figura, no se ve el principio y el final. Me gusta la simpleza de esa teoría, la teoría de las formas simples y de escasos colores en mi paleta. Menos es más.
Diego Torres: Efectivamente parece escasa tu paleta de colores pero realmente el negro tiene infinitas tonalidades con colores negros y grises muy diversos.
Sergio Romero Linares: El negro lo llevo utilizando desde hace mucho tiempo. No sólo pinto con negro o con blanco pero si que es cierto que he reducido mi gama cromática a otra gama cromática con matices mucho más similares. Uso sepias, uso azules, verdes, carmines, blancos o negros más cálidos o más fríos… y el resultado son cuadros más “desaturados” pero sinceramente, matices tiene muchos. Y sobre todo me encanta que mi obra tenga textura, me gusta ver esos barnices… colores que se sobre exponen, la dirección de la pintura. Soy un poco friki de las texturas, me gusta mucho tocar la pintura como si fuese una escultura.
En mi caso, no se trata de crear una obra con muchos colores, se trata de que la obra sea interesante. David Hockney me encanta y es un pintor que utiliza mucho el color, con una paleta concreta y personal y ese debe ser mi objetivo como pintor, conseguir esa personalidad en la paleta y en la obra, indiferentemente si utilizo más o menos color.
Diego Torres: Otra de tus especialidades es el retrato. Tras estudiar la fisonomía ahora añades cierta psicología al pintar.
Sergio Romero Linares: El retrato para mí es la temática que más me motiva y me interesa muchísimo investigar su técnica. En un viaje de dos días que realicé a Londres, lo primero que visité fue la National Portrait Gallery, lo visité incluso antes que ir a la National Gallery. Pero a pesar de mi admiración por el retrato yo no voy a ser sólo un pintor retratista, como ya comenté anteriormente, no quiero centrarme solo en un tema, pero me interesa mucho el retrato. Y ese componente de psicología me fascina.




Diego Torres: Como decía Edgar Degas «el arte no es lo que ves, sino lo que haces ver a los demás».
Sergio Romero Linares: Exacto. A la hora de crear un retrato mi intención es llevar ese retrato a mi terreno, trato de crear un retrato ficticio de mi realidad creativa, a mi obra ficticia. Otra cosa es pintar un retrato de encargo que es cuando efectivamente tienes que captar la personalidad de esa persona y transmitir en ese cuadro su carácter. Es maravilloso cuando a través de la pintura sabes canalizar eso y pasar por tu filtro toda esa información visual y añadir tu percepción con la identidad real de esa persona.

Diego Torres: ¿Cómo es tu relación con otras disciplinas artísticas?
Sergio Romero Linares: Pues la verdad es que me gusta pintar con música de flamenco de fondo. Me relaja y da sonoridad a mi creatividad. Más recientemente estoy descubriendo las posibilidades de la arquitectura, del interiorismo y de la decoración. En Barcelona me está representando el decorador Toni Espuch quien ha introducido mi obra en su espectacular showroom Azul tierra (www.azultierra.es), un espacio increíble en el que se puede encontrar piezas de arte contemporáneo, de anticuario, piezas de coleccionista y de decoración. Es como una gran galería de arte y es para mi todo un orgullo que mi obra forme parte de su catálogo y de grandes proyectos.
Diego Torres: Y para terminar, hagamos un repaso a tus próximas exposiciones. El coronavirus no ha obstaculizado que tu agenda de este año y el del 2021 sea imparable.
Sergio Romero Linares: Paradójicamente, este año a pesar de todo lo que está sucediendo a nivel de pandemia, para mí este año está siendo muy movido a nivel de producción y de agenda expositiva.
Actualmente estoy participando en una exposición colectiva en New Jersey en Estados Unidos, en concreto desde el pasado 18 de octubre en la Galería Mana Contemporary. La exposición se llama Transatlántico y recoge el trabajo artístico de los artistas que han pasado por el Palazzo Monti en Brescia, Italia y bajo la supervisión de Edoardo Monti. La exposición estará abierta hasta el próximo 17 de abril de 2021. (instagram: @manacontemporary) (instagram: @palazzomonti)
En mayo en 2021 en Roma en el Palazzo delle Pietre, estaré con obra nueva y de un formato más reducido.
Para finales de enero de 2021 haré una exposición en el Museo Nacional de Faro, en Portugal, en colaboración con Artadentro (www.artadentro.com)
Y actualmente y hasta el 20 de diciembre de 2020 en el Espacio Santa Clara de Morón de la Frontera, mi exposición CUERPO, CABALLO, FIGURA.
La verdad es que estoy muy contento, supone una gran motivación vender y exponer fuera de España, en Italia, Portugal, Estados Unidos…
Diego Torres: Muchas gracias Sergio.
Instagram: @sergio_romero_linares